Nueva letra

-Mamá -dice Goño-. ¿Sabes que papá tiene en el GPS a los Rolling Stones?
-Sí, sí. La canción esa de "Start me up".
Y mamá empieza a cantar: "you start me up".
-¡¡Nooooo!! -grita Goño enfadadísimo-. ¡¡No dice eso!! Habla de un niño de mi clase. "Es Darío". Eso dice.
Y tiene razón. Compruébenlo, compruébenlo. 1:35-1:38. Claramente: "Es Darío, es Darío, es Darío".

Papá Noel (y más inmortalidad)

-Mamá -dice Goño en secreto-, ¿a que Papá Noel es un viejo?
-Mmh, sí, bueno, es muy mayor.
-Entonces se va a morir pronto.
-Papá Noel no se muere -explica mamá.
-Mmh. Eso es muy raro porque Papá Noel es una persona y todas las personas se mueren.
A ver si Papá Noel va a ser un vampiro...

La emigración según Goño

Camino del colegio, Goño explica a su madre a qué jugó ayer en el recreo:
-Marco, Álvaro y yo luchamos contra Darío y Abel, y ganamos los españoles.
-¿Y quiénes eran los otros?
-Eran franceses. Pero ganamos nosotros porque éramos "three". Y ellos eran "two".
-Ah, qué gracia. Pues hace años también hubo una guerra entre españoles y franceses, la guerra de la Independencia. Pero ahora somos amigos y ya no luchamos.
-¿Y por qué lucharon?
-Porque los franceses querían quedarse en España -explica la madre de Goño sin mucha precisión histórica.
-Ah, pero se quedaron los chinos. Para lo de sus tiendas, las tiendas de chinos, no para atacar y eso.

Deseos de inmortalidad

Goño está en la cama. Durmiendo supuestamente.
Pero no.
De repente, grita:
-¡¡¡Mamáááá!!! Ven.
Cuando su madre llega, Goño le pregunta:
-Mamá, ¿cuando cumples 10 años, te mueres?
Mamá le explica que no. Que normalmente la gente se muere con ochenta años, noventa o por ahí.
-¿Entonces yo cuándo me voy a morir?
-Dentro de unos cien años o así -responde mamá. (Mamá tiene mucha fe en los avances de la ciencia.)
Goño rumia la respuesta.
-¿Y un millón de años? ¿Alguien se ha muerto con un millón de años?
-No.
-¿Y los vampiros? -pregunta Goño espontáneamente.
-Bueno, los vampiros son inmortales. No se mueren.
-Entonces yo quiero ser vampiro.

Números

Goño baja en ascensor con su madre. Van al garaje. Goño se asoma en el espejo del ascensor y dice:
-Mamá, mamá, cuéntame los dientes.
Goño abre la boca y mamá empieza a contar:
-Uno, dos, tres, cuatro...
Así hasta veinte. Y ya han llegado al garaje.
Camino hacia el coche, Goño sentencia:
-Tengo 23 dientes.
-No, hombre, en cualquier caso, tendrás 22 o 24. Tiene que ser un número par. Los números pares son 2, 4, 6, 8... -empieza a explicar mamá.
Goño llega al coche en silencio, rumiando la información. Mientras mamá le pone el cinturón, Goño suspira y dice:
-¿Ves, mamá? Los números aparecen en nuestra vida.
Sí, los números aparecen en nuestra vida.

Monjas

Camino al colegio, vemos un grupito angelical de monjas con tocas blancas.
-Mira las monjitas -dice mamá.
-Sí -dice Goño.
-Te acuerdas de lo que son las monjas, ¿verdad?
-Sííí -dice Goño casi ofendido-. Las que dan pellizcos.

Duda metafísica

De camino al colegio, Goño pregunta:
-Mamá, cuando cumpla 5 años, ¿me seguirás leyendo cuentos?
-Sí, claro.
-¿Y cuando sea mayor?
-También.
-¿Y cuando sea mayor que tú?

Diccionario Goño de falsos amigos (II)

¡2x1!

1
En la biblioteca, Goño mira un libro que muestra dónde viven los animales: los pájaros en el nido, los conejos en la madriguera, el lobo en su cubil... Cuando llega a la rana, Goño sentencia:
-Mira, la rana en el binéfar.
Binéfar: pueblo llano acabado en erre (lleva tilde por tanto) que flota sobre la aguas.
Por cierto, Goño es fan de los titiriteros de Nenúfar.

2
Yendo en bicicleta, pasamos de pronto del carril bici -magníficamente asfaltado- a un camino de piedras. Goño anuncia, con evidente ironía:
-Hay que ver qué bien se va por el camino empeorado...
Camino empeorado: seguramente los romanos pensaban que al poner piedras en los caminos estaban mejorando las comunicaciones. Se equivocaron de pleno. Años más tarde, el asfalto, y Goño, los han puesto en su sitio...

Los zapatos de moda

Unos los llaman "crocs"; otros, "zuecos suecos"; otros, "los zapatos esos de plástico".
Goño las llama "solteras".
Las suyas son azules, le van un poco grandes y las va perdiendo por todas partes.
-¿Dónde están mis solteras? -pregunta Goño desesperado.
-Pero ¿por qué las llamas "solteras"?
-Porque se sueltan.
Lógico.

Programación cultural en Astuzas

Para quien tenga pensado ir a Astuzas el fin de semana.
Dice Goño:
-Mamá, el domingo podríamos ir al Teatro Principal de Astuzas. Ponen "El soldadito de plomo".
-¿Ah, sí?
-Claro que igual no podemos verlo, porque como Astuzas es un país imaginario...

Haciendo el indio

Terminaron las clases.
Para celebrarlo, Goño y sus compañeros hicieron una gran fiesta india con tótems, canoas, plumas, cantos indios, palomitas de maíz, asalto a Fort Primaria y todo lo que una persona NORMAL espera de una fiesta india.
Y con esto Goño pudo superar el pequeño gran trauma de otra fiesta de fin de curso...
Y es que el año pasado, cuando Goño aún iba a la guardería, también se celebró una gran fiesta de fin de curso. Y también pidieron que Goño fuera vestido de indio. "INDIO", decía el papel. Sin más. Y Goño acudió con sus plumas, sus flecos, su disfraz con atrapasueños, sus mocasines...
Poco a poco, los niños fueron saliendo al escenario mientras eran presentados así:
"A la Expo de Zaragoza han acudido niños de todos los países: niños de China, niños de Francia, niños de Holanda... Han venido hasta indios... ¡de Perú!"
Y allá salieron más de una decena de niños con sus ponchitos perfectamente peruanos, acompañados por un extraño niño con pluma, flecos, disfraz con atrapasueños y mocasines.
Sí, Goño.

Atracones de pasión en Infantil

Camino del colegio, cuenta Goño a su madre:
-Mamá, pues Erica se vuelve loca conmigo.
Erica es la niña más alta de la clase de Goño (le saca una cabeza). A veces Goño dice que es su novia.
-¿Ah, sí? -pregunta la madre de Goño, con aire de suegra-. ¿Se vuelve loca?
-Sí, me coge y me aplasta muy fuerte muy fuerte.
Suegra frunce el ceño y Goño continúa explicando:
-Me aplasta tanto que se mete dentro de mí.
Suegra contraataca:
-¿Y eso lo hace con todos los niños?
-Nooooo, solo conmigo. Porque es mi amiga. Y cuando me aplasta, yo le digo: "Ya estás otra vez con los atracones".
-Luego me enseñas cómo es eso de los atracones -dice Suegra.
-Vale, pero tendrás que tumbarte.

Comprobado. Los "atracones" es lo que parece.

Una bonita canción

A petición de Goño ("escríbela en mi blog, mamá"), reproducimos una bonita canción que Goño ha tenido el detalle de cantarnos hoy no menos de veintiocho veces. Creemos que es de autoría colectiva (popular, Goño & friends):

"Primero, cagón.
Segundo, campeón.
Tercero, pistolero.
Cuarto, lagarto.
Quinto, laberinto.
¡Y culo caca!"

Duda

Esta es una cosa de Goño que sucedió hace tiempo, pero la recordamos hoy. Precisamente a la vuelta de dejarnos los cuartos haciendo frente a la manía que tiene este niño de crecer y no caber en la ropa del verano anterior.
Pregunta Goño:
-Mamá, ¿tú eres mi mamá o mi patrocinadora?

Mamá (o matrocinadora) aún está pensando la respuesta.

Que la cobertura te acompañe

A mayor abundamiento (digital y friki):
Durante el desayuno, Goño espontáneamente hace una valoración del mercado de telefonía móvil.
-Mamá, Yoigo va fenomenal. Pero el Orange fatal. Peor, peor. Y luego, este otro... este de Stars... Ah, sí, Star Wars. Star Wars, regular.

La Prehistoria según Goño

La abuela E. siempre pide a Goño que le traiga piedras de la montaña. Esta vez Goño le ha traído una piedra muy especial.
-Es una piedra fósil -le ha explicado Goño, muy didáctico él-. Y tiene unos gusanitos. Pero están muertos. Están muertos desde el año... ¡uuuuuuuf!... ¡2008!

Naturaleza digital

En el universo Goño, los seres vivos llevan las de perder frente a los artefactos. Cuando empezó a ir a la montaña, nada pudo competir con los tractores. Ni caballos, ni conejos, ni árboles, ni ovejas, ni ríos... La montaña era "tractor".
Las cosas no han cambiado mucho. Este fin de semana, en la montaña, Goño ha paseado por el bosque, el río, la cascada... La naturaleza estaba desatada: dientes de león por doquier, atardeceres de postal, pájaros trinando, mariposas tan ocupadas libando flores que se dejaban acariciar...
En medio de este paraje, Goño y su madre oyen a un cuco.
"Cucú, cucú", se escucha claramente.
-¿Has oído? -dice mamá fascinada.
-Sí. Es mi teléfono móvil, que suena así -responde Goño, y llevándose la mano-teléfono-móvil-imaginario a la oreja comienza a conversar con su hermano igualmente imaginario-. Hola, Pichi...

Cetrería friki

El padre de Goño siempre le cuenta historias de aguiluchos. Además, en la montaña, Goño ve a menudo halcones y quebrantahuesos.
Pero el halcón de esta historia lo ha visto en la televisión, y estaba a punto de cazar un conejo.
-¡Mira! ¡Es un halcón peregrino! -le ha explicado su padre.
-Pues yo conozco otro tipo de halcón –ha presumido Goño.
-¿Ah, sí? ¿Cuál?
-¡El Halcón Milenario!

Ombliguismo

Goño va hablando animadamente con su padre camino del colegio.
Está contando cómo le fue en natación: cómo nadó con el churro, cómo se tiró de cabeza...
-Y hago ¡pum! Y me duele la cabeza cuando me tiro porque tengo la cabeza muy grande -sigue explicando Goño.
-¿Y tu amigo A.? ¿También se tira así?
-Ahora no, porque está en Italia.
-Ya, pero normalmente, cuando va a natación, ¿también se tira de cabeza A.?
-No te lo quiero contar, papá. Porque ahora estamos muy ocupados hablando de mí.

Gris

-¡Mira, papá! -dice Goño-. Este gorro es gris. ¡Gris! Como los policías, que antes eran grises.
Y Goño empieza a gritar:
-¡Que vienen los grises! ¡Que vienen los grises!
-¿Pero quién te ha contado eso?
-T., mi profesora.

Los contenidos curriculares de Educación Infantil son asombrosos. Los niños de 3 años lo mismo aprenden que la vaca da leche como que hay que salir pitando si viene la Policía Armada.
Nos preguntamos si Goño jugará en el recreo a "grises y ladrones". Más aún. Nos preguntamos con cierta inquietud... ¿qué elegirá?

Goño y los celos: un caso de posesión

Goño ha estado con sus primos O. en Benasque. La noche anterior, completamente dormido, ya gritaba:
-¡¡¡¡Mamáááá, no quiero ir a Benasque!!!!
Una vez allí, su consciente no desmintió a su inconsciente. Miradas feroces, desplantes, empujones, verbalizaciones del tipo: “Te voy a tirar al río” o “¡No os quiero nada!”...
-Dame la manita –pedía todo el rato la primita M.
Pero Goño se metía las manos en los bolsillos y decía muy serio:
-No, que tengo las manos frías.
Al final, el día, lleno de idílicos paseos por el parque natural, juegos en columpios, mimos de abuelos y tíos, y deliciosa comida, fue sentenciado como “horrible”.
-Lo he pasado fatal –ha dicho Goño.
Al día siguiente, aún duraban los efectos del día horribilus. Goño ha llorado como un energúmeno y ha dicho:
-¡Es que yo no quería ir a Benasque! Además, yo no lloro. Es mi cuerpo, que llora solo.
¿Alguien conoce a un exorcista?

Literatura comparada

El otro día, Goño fue otra vez a la presentación de un libro. Esta vez se trataba de un álbum de Antón Castro. Goño se portó de maravilla. Escuchó atentamente las intervenciones de todos los ponentes y se quedó embobado escuchando el cuento y la canción final.
Al final quisimos que el autor nos dedicara el cuento.
Cuando por fin llegó nuestro turno, la madre de Goño le cogió en brazos para que pudiera decir su nombre al escritor y ver cómo escribía la dedicatoria. Así, mientras Antón Castro escribía una delicada dedicatoria que incluía las palabras "poesía", "flor de las mareas", "pasión por la vida".... este "futuro poeta del mar" que es Goño dijo señalando al escritor y no precisamente en voz baja:
-¡¡¡Mamá, es calvo como Caillou!!!

Días llenos

Últimamente Goño tiene una agenda muy llena.
La semana pasada fue a una presentación de un libro terrorífico y se lo pasó de miedo jugando con la máscara que regalaban a los asistentes. (Juro que el ser enmascarado que aparece en la foto del enlace es Goño en persona.) Mientras el escritor hablaba de su obra, Goño se dedicaba a hacer él también de escritor y juntar letras hasta completar la lista entera de niños de clase.
Dos días después Goño fue con el primo L.R. a un concierto con mago incluido. (¡Gracias, Heidi, por las entradas!) El primo volvió encantado, y no era para menos. Pero Goño tenía día negro y dijo: "No me ha gustado nada. No me gusta ningún instrumento."
Al día siguiente fue al teatro. La obra acababa con lanzamiento de estrellas-confeti y Goño prefirió recoger estrellas a aplaudir. Ahora tenemos una constelación en cada bolsillo de la trenka.
Y ayer, después de natación, Goño fue a hacer galletas y un sombrero de Easter con la tía Cactus y la tía Bosque. Lo pasamos en grande. Y el sombrero quedó genial. Y la harina estaba muy suave. Y Goño inventó una nueva forma de cascar huevos. Y las galletas tenían una pinta estupenda. Y olían fenomenal. Y...
Hasta que las probamos.
¿Alguien quiere galletas?

¡Papá, el emperador está desnudo!

Los niños son así. Tienen la maldita costumbre de gritar que el emperador está desnudo cuando él cree que lleva un traje digno de la New York's Fashion Week. Y Goño, en eso, no es distinto.
Cuando su madre se ha puesto sus maravillosos zapatos Prüne morados de cordones y tacón con plataforma, Goño ha dicho clarividente:
-Mamá, llevas zapatos de payaso.
-¿No te gustan? -ha preguntado mamá-emperatriz un tanto insegura.
-Sí, pero son de payaso -ha insistido Goño, y ha añadido con mucho tacto-: Solo te lo digo por si tú no lo sabías.

Diccionario Goño de falsos amigos (I)

Dice Goño a J., nada más verle ponerse el casco de motorista:
-Pareces un australiano.

Australiano: dícese del astronauta capaz de ir hasta las Antípodas en moto de verdad, moto de mentira, cohete o lo que sea.

Berrinche

Esta tarde Goño está castigado sin jugar con el Lego.
Está tan enfadado que hoy nada le gusta. Son tantas las cosas que no le gustan que es imposible recordarlas todas, pero aunque no están todas las que ha dicho, sí ha dicho todas las que están. (Léase de corrido, gritando y llorando. Si salen mocos al mismo tiempo, mejor.)
-No me gustan los juguetes. No me gusta nuestra casa. No me gustan los colores. No me gustan los cactus. No me gustan las retros [retroexcavadoras]. No me gustan los coches, ni las furgonetas, ni los camiones. No me gustan las cosas bonitas. No me gustan los tractores, ni los zapatos, ni las tiendas. No me gustan las palmeras. No me gustan las mamás. No me gustan los papás. No me gustan los semáforos. No me gustan los abuelos. No me gusta el colegio. No me gusta el cinturón. No me gustan las lunas. No me gusta la radio. Solo me gustan las cosas feas. Pintarlo todo de negro. Y el Lego.

Goño y la crisis

Desde mediados de 2008, desde que Goño tenía 3 años, sigue con gran interés el tema de la crisis.
La primera vez preguntó a su padre:
-Papá, ¿qué es la crisis económica? ¿Y la crisis financiera?
Su padre se enredó con una explicación sobre cerditos-hucha, moneditas, dinero para chuches... Y Goño replicó:
-Que no, papá. Que lo de la crisis es una cosa de mayores. Cuéntame lo de mayores.
Desde entonces, cada vez que Goño se enfada y pretende amenazar a sus padres, profiere la siguiente maldición:
-¡¡¡¡Os voy a llevar a la crisis económica!!!!
Y ahí estamos.
A ver cuándo nos saca.

Cultura musical goñística

[Desde muy pequeño, Goño ha mantenido una relación muy especial con la música. De bebé, no soportaba ciertas piezas musicales, especialmente las de tono menor. Era oír las dos primeras notas del "Aída" de Verdi o las seis primeras de "Había una vez un barquito chiquitito", y echarse a llorar desconsoladamente.]
Cada noche, Goño duerme escuchando un CD. Esta noche ha dormido muy mal. Camino del colegio, mamá le ha preguntado:
-¿Por qué has dormido tan mal esta noche?
A lo que él ha respondido:
-¡Es que me da muchísimo miedo una parte de "El lago de los patos"!

Los escritores según Goño

Recogiendo los juguetes con Goño, mamá observa un enorme hueco en la estantería donde se ponen los libros y pregunta a Goño:
-¿Dónde están los libros?A lo que Goño responde:
-Es que estaba jugando a Daniel Nesquen... Daniel Nesques... ¡Daniel Nesquens!
-¿Y cómo se juega a eso?
-Pues muy fácil -contesta Goño-: Doy un libro a una señora, otro a una mamá, otro a un papá, otro a un abuelo, otro a una abuela...
Nesquens en estado puro.

Dieta en Astuzas

(Astuzas es el país imaginario de Goño. Allí vive su hermano imaginario Pichi. Seguro que en "Cosas de Goño" recogeremos más de una historia sobre Astuzas. Esta es la de hoy, que comienza dando un rodeo.)
Dice Goño a la vuelta del colegio:
-Mamá, ¿tú sabías que el pollo se puede comer frito o asado? Y también hay pollo crudo. ¿A que nunca has cocinado un pollo crudo? Es que el pollo crudo solo se come en Astuzas. En Astuzas se come pollo crudo y un churro. Es lo único que comen en Astuzas. Ni fruta ni leche. Solo pollo crudo y un churro. Cada día.

Goño descubre un nuevo océano

Para celebrar el cumpleaños con los primos R., hemos pensado ir a ver "Nemo sobre hielo". Papá ha empezado a explicar a Goño quién era Nemo, que si vivía en un océano...
-Pero, papá -ha interrumpido Goño-. ¿En qué océano vivía Nemo? ¿En el océano Atlántico, que está en Portugal? [Goño lo recuerda de su viaje a Sesimbra.] ¿O en el océano Gráfico, que está en Valencia, que fui con los abuelos?
(Oceáno descubierto el 14 de marzo de 2009)

Carta abierta de Cronista y dos emes

Querido Goño:
Acabas de cumplir 4 años.
Tus padres -vagos, desmemoriados y desastrosos gestores de recuerdos (fotos, vídeos, trabajos del colegio...)- te han querido regalar este espacio para que su propia desidia no te impida tener biografía. Queremos que este lugar recoja un trocito de tu vida, que, de momento, parece más que memorable. Además nos encantaría que este relato se enriqueciera con los comentarios de tu familia y tus amigos, que también, sin duda, enriquecen tu vida "real".
En este blog publicaremos frases, anécdotas y esas cosas que te suceden a diario, o cada 2 días, o cada 3, o cada semana... (uuf, qué vagos somos); esas cosas que hacen de ti un niño tan especial. De vez en cuando, rememoraremos algunas "cosas de Goño" del pasado. Intentamos así que nos perdones por no tener un archivo de vídeos en condiciones.
De momento, seremos nosotros quienes escribiremos tus cosas. Prometemos hacerlo con rigor y sin retórica añadida (detecto un "uf" de alivio en algunos lectores). Más tarde, cuando sepas escribir, podrás hacerlo tú mismo, si quieres.
Esperamos que este regalo te guste más que la raqueta, aunque dudamos que te haya hecho más ilusión que el toro mecánico de Playmobil, el garaje de emergencias, el libro de cactus, los monstruos que-te-atacan, la nube pizarra, la foto y la corona del colegio, el CD de canciones en inglés que-no-son-para-pequeños-hombre-por-Dios, el coche teledirigido que ha estado a punto de romper tu padre esta mañana, las botas "de auténtico montañero" tres pies más grandes, el lego, el set para jugar a Hatari ("¿Hospital de Arusa? Soy Sean Mercer") o el taller de Mickey.
Un beso de papá y un beso de dinosaurio.