lunes, 13 de abril de 2009

Goño y los celos: un caso de posesión


Goño ha estado con sus primos O. en Benasque. La noche anterior, completamente dormido, ya gritaba:
-¡¡¡¡Mamáááá, no quiero ir a Benasque!!!!
Una vez allí, su consciente no desmintió a su inconsciente. Miradas feroces, desplantes, empujones, verbalizaciones del tipo: “Te voy a tirar al río” o “¡No os quiero nada!”...
-Dame la manita –pedía todo el rato la primita M.
Pero Goño se metía las manos en los bolsillos y decía muy serio:
-No, que tengo las manos frías.
Al final, el día, lleno de idílicos paseos por el parque natural, juegos en columpios, mimos de abuelos y tíos, y deliciosa comida, fue sentenciado como “horrible”.
-Lo he pasado fatal –ha dicho Goño.
Al día siguiente, aún duraban los efectos del día horribilus. Goño ha llorado como un energúmeno y ha dicho:
-¡Es que yo no quería ir a Benasque! Además, yo no lloro. Es mi cuerpo, que llora solo.
¿Alguien conoce a un exorcista?

1 comentario:

  1. Oye niña, ¿A quien me recuerda ese carácter???
    "anonima"
    M. ;)

    ResponderEliminar