Nada más poner en marcha el coche, suena una de las canciones favoritas de la madre de Goño.
-¿Has visto, mamá? -dice entonces Goño-: Tu canción favorita. La tercera cosa extraordinaria del día. La primera... que me he dejado cortar las uñas sin quejarme. La segunda... que he hecho la cama sin que me digas nada. Y ahora esto. ¿Has visto cuántas cosas extraordinarias?
Un poco más adelante, Goño pregunta a su madre qué va a hacer el fin de semana.
-No lo sé aún -responde ella.
-¡Pues piensa! ¡Hay infinitas posibilidades en esta vida!
Lo dicho: ¿han visto cuántas cosas extraordinarias? Y... ¡piensen! ¡Hay infinitas posibilidades en esta vida!
La imagen, extraordinaria e infinita: de Escher.
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