viernes, 21 de enero de 2011

Plagio


-A ver, mamá -dice Goño-. Va a mi clase, se le ha caído un diente y su padre habla holandés, ¿quién es?
La madre de Goño adivina enseguida el nombre del amigo de Goño -es M.- y aprovecha para proponer una adivinanza similar:
-Va a clase con M., se le ha caído un diente y tiene que cenar ahora mismo, ¿quién es?
Entonces Goño responde indignado:
-¡Mamá! ¡Me has quitado la propiedad intelectual! ¡Eso me lo había inventado yo!

Fumar (y las pipas) perjudican seriamente la salud


Goño va con su amigo A. al cumpleaños de su amigo el otro A. En el asiento de atrás del coche, van hablando.
-Puaj, qué asco -dice Goño a A. señalando al conductor de otro coche-. Mira, ese señor está fumando.
-¿Tu madre fuma? -pregunta A.
-No -responde Goño-. Y mi padre ahora tampoco. El problema lo tenemos ahora con mi abuelo -y añade con suma gravedad-: Toma pipas.

miércoles, 19 de enero de 2011

Retórica gormitera


A Goño le gustan los Gormiti, los Invencibles Señores de la Naturaleza.
Todo es tremebundo en el mundo de los Gormiti, casi igual que en el mundo de Goño donde la menor contrariedad desemboca en "soy el niño más triste del universo".
Creemos que el siguiente bautizoño tiene mucho que ver con esta tendencia al tremendismo:
Cuando Goño esquía (¡esquía!) y sube por la cinta, pasa por un pequeño túnel. En ese momento, Goño afirma automáticamente:
-Ya entramos en la Gruta de la Desesperación.

lunes, 10 de enero de 2011

La piraña roedora


Después de Rubalcaba, tenemos un nuevo habitante en casa. Es una cobaya. Macho. Regalo de Reyes.
Goño ya lo ha bautizado:
San Francisco.
También lo ha desnaturalizado. Dice que tiene una "piraña", y, por si las dudas, se apresura a explicar que es "un tipo de roedor".

Cómo se llevarán San Francisco y Rubalcaba es aún una incógnita. Pero de momento Goño y San Francisco prometen depararnos grandes momentos "goñescos". Sigan atentos.

domingo, 9 de enero de 2011

El cojín intelectual mágico


Goño ha ido a comer a casa de M.A. Era la primera vez en su vida que la veía.
Sus primeras palabras al entrar en su casa han sido:
-Qué mal huele en esta casa.
Las siguientes:
-Qué asco -al probar la comida.
Las de después:
-Pues qué mal educados son en esta casa que no comparten el dinero.

Después de una larga conversación sobre modales y buena educación, ya de noche, Goño ha encontrado la solución para que no vueva a suceder nada semejante.
-Mira, mamá. Este es el cojín intelectual mágico -ha dicho con una pequeña caja de cartón blanca en la mano.
-¿Y por qué es mágico?
-Porque da palabras de buena educación.
Luego se ha sentado encima de la caja-cojín y ha dicho:
-Por favor, mamá, ¿me pasas un poquito de agua? Gracias.

Pedazo de insulto


Amenaza Goño a su abuela T.:
-Pues si tú me llamas "granujilla" yo te llamaré "calma de cántaro".

Sí, dijo "calma".
(Quienes conozcan a la abuela T. sabrán apreciar la ironía de semejante insulto.)