El cazador de polisemias

Goño es un experto en juegos de palabras. No se le pasa uno. Si una palabra contiene dentro otra palabra, él la pilla. Si una palabra significa dos cosas diferentes, él tiene presentes las dos. Esta habilidad le está haciendo desarrollar un sentido del humor solo aparentemente absurdo. A modo de ejemplo
-Goño, rebaña bien el yogur.
-Sí, mamá -dice Goño esforzándose con la cuchara.
-¿Ya está? Mira que luego aún saco dos cucharadas cuando lo rebaño yo.
Y dice Goño:
-O las ovejas.

Un deseo

-Mamá, quiero cambiar de vida.

El objetor de movimientos sexys

Ayer Goño tuvo fiesta de cumpleaños con los compañeros de clase. La animadora de la fiesta, en un momento dado, propuso que bailaran padres, madres, niños y niñas.
-Brazo dentro, brazo fuera, moviendo el culo -coreografiaba la incansable mujer-, moviendo la cabeza, brazos arriba, movimiento sexy...
Lo típico.
Esta mañana Goño ha dicho en el desayuno.
-Mamá, ¿a que eso de los movimientos "exy" era feísimo? Yo no lo hice porque me parecía lo más feo del mundo.
Después ha dado un mordisco a la madalena y ha preguntado:
-Mamá, ¿qué es "exy"? ¿Picasso era "exy"?

Cuestión de equilibrio

-Dentro de poco tendremos que quitar los ruedines de la bicicleta, ¿eh? -anima su madre a Goño.
-¡¡¡Nooo!!! -responde él-. ¡¡Que no sé mantener el equilibrio adecuadamente!!
Así dicho: "mantener" "el equilibrio" "adecuadamente".
Equilibrio no tendrá.
Ahora, vocabulario...