En el universo Goño, los seres vivos llevan las de perder frente a los artefactos. Cuando empezó a ir a la montaña, nada pudo competir con los tractores. Ni caballos, ni conejos, ni árboles, ni ovejas, ni ríos... La montaña era "tractor".
Las cosas no han cambiado mucho. Este fin de semana, en la montaña, Goño ha paseado por el bosque, el río, la cascada... La naturaleza estaba desatada: dientes de león por doquier, atardeceres de postal, pájaros trinando, mariposas tan ocupadas libando flores que se dejaban acariciar...
En medio de este paraje, Goño y su madre oyen a un cuco.
"Cucú, cucú", se escucha claramente.
-¿Has oído? -dice mamá fascinada.
-Sí. Es mi teléfono móvil, que suena así -responde Goño, y llevándose la mano-teléfono-móvil-imaginario a la oreja comienza a conversar con su hermano igualmente imaginario-. Hola,
Pichi...
